Leyendas y arquetipos del Romanticismo español, Segunda edición

71 José de Espronceda con apagada 1 luz, ya en las tinieblas su argentino blancor 2 va apareciendo. Ya leve punto 3 de luciente plata, astro de clara lumbre 4 sin mancilla, 5 el horizonte lóbrego dilata 6 35 y allá en la sombra en lontananza 7 brilla. Los ojos Montemar fijos en ella, con más asombro 8 que temor la mira; tal vez la juzga vagarosa 9 estrella que en el espacio de los cielos gira. 40 Tal vez engaño de sus propios ojos, forma falaz que en su ilusión creó, o del vino ridículos antojos 10 que al fin su juicio a alborotar subió. Mas el vapor del néctar jerezano 11 45 nunca su mente a trastornar 12 bastara, que ya mil veces embriagarse en vano en frenéticas órgias intentara. “Dios presume 13 asustarme: ¡ojalá fuera, —dijo entre sí riendo—el diablo mismo! 50 que entonces, vive Dios, quién soy supiera el cornudo 14 monarca del abismo”. Al pronunciar tan insolente ultraje 15 la lámpara del Cristo se encendió: y una mujer velada en blanco traje, 55 ante la imagen de rodillas vio. 1 débil 2 blancura 3 fino, diminuto 4 luz 5 mancha 6 crece, se expande 7 en la distancia 8 admiración, sorpresa, extrañeza 9 que vaga, que se mueve sin rumbo fijo 10 anteojos, gafas, lentes 11 De Jerez de la Frontera, pueblo español famoso por su vino fortificado conocido en inglés como Sherry . 12 alterar 13 intenta 14 que tiene cuernos, horned 15 insulto A caza de dientes ( Caprichos n. 12), Francisco de Goya, 1799. Wikimedia Commons [1.jpg]. Estampa en papel agarbanzado de un grabado en aguafuerte. Alt text: en una escena de noche, una mujer se ha subido a un muro y de punƟllas alcanza con una mano la boca de un hombre ahorcado para arrancarle los dientes mientras con la otra mano se cubre la cara con un pañuelo. En el manuscrito del Museo del Prado, el de Ayala y el de la Biblioteca Nacional de España constan las siguientes explicaciones, respecƟvamente: “Los dientes de ahorcados son eficacísimos para los hechizos; sin este ingrediente no se hace cosa de provecho. LásƟma es que el vulgo crea tales desaƟnos”; “Los dientes del ahorcado son eficacísimos para hechizos. ¡De qué no es capaz una mujer enamorada!”; y “Por salirse con la suya, sobre todo si está enamorada, es capaz de arrancar los dientes a un ahorcado”. “Bienvenida la luz” -dijo el impío-. “Gracias a Dios o al diablo”; y con osada, firme intención y temerario brío, el paso vuelve a la mujer tapada. 60 Mientras él anda, al parecer se alejan la luz, la imagen, la devota dama, mas si él se para, de moverse dejan: y lágrima tras lágrima, derrama 16 16 to spill

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