Leyendas y arquetipos del Romanticismo español, Segunda edición

vii Las leyendas suelen organizarse alrededor de arquetipos—situaciones y personajes universales que son fácilmente comprendidos por el oyente—pero su relación con un lugar y época específicos les da un toque de verosimilitud y ayuda al receptor a suspender la incredulidad. Leyendas y arquetipos del Romanticismo español Los personajes arquetípicos más frecuentes del Romanticismo español son el rebelde, el donjuán, la virgen, la novia muerta y la celestina. El rebelde romántico es un ser siempre joven y artístico, intuitivo y naturalmente inocente, que experimenta la vida de manera más clara y directa que la sociedad, la cual, con sus restricciones e hipocresía, tiende a la degradación del individuo y su subyugación a voluntades ajenas. El donjuán es un conquistador sexual que se vale de artificios sociales, habilidad seductora y violencia para estimular su nunca satisfecho apetito hedonista. Es un joven atractivo y diestro que rechaza las normas sociales en beneficio propio y con terribles consecuecias. Los orígenes de este arquetipo se pueden encontrar en la literatura española medieval y también en la literatura árabe de la España musulmana. El nombre de este arquetipo, Don Juan, quedó sellado con el drama El burlador de Sevilla y convidado de piedra (c. 1630) de Tirso de Molina; desde entonces ha sido ampliamente imitado. La virgen es una idealización de la inocencia y como un ser incorrupto, representa una potencialidad redentora para el hombre que la posea. Su origen en el contexto español se relaciona con el culto mariano, que imagina a la Virgen María como una amable intercesora entre el individuo pecador y un Dios justiciero. Este personaje frecuentemente está destinado a la vida religiosa, hasta que tropieza con el donjuán. La novia muerta es una figura a que está sujeto el amante por un compromiso de amor ideal, un amor no interrumpido por la muerte. El amante romántico no repara en su aspecto corroído, su carne putrefacta, sino que se obsesiona por el recuerdo de su belleza anterior a la muerte. La celestina, como el donjuán, es un arquetipo especialmente español. Su origen literario es la Tragicomedia de Calixto y Melibea (1499) de Fernando de Rojas, conocida como La Celestina porque en esta novela dialogada una mujer vieja llamada Celestina, medio bruja, procuradora y restauradora de vírgenes, maneja los amoríos de los jóvenes Calixto y Melibea. Celestina es un personaje avaro y codicioso; vende los amores a cambio de dinero y joyas y desea tener fama de hacer lo imposible, lo mismo que don Juan. Los autores románticos de leyendas españolas usan con frecuencia los términos leyenda y tradición . Los románticos usan esta distinción para indicar que sus tradiciones son elaboraciones literarias fieles al recuerdo oral popular de los eventos históricos. En estos casos la tradición es un artefacto histórico mientras que la leyenda se inspira en la memoria oral pero incluye elementos y técnicas que el escritor o la escritora ha añadido por su efecto estético y a veces por motivos políticos o morales. Lo que las dos tienen en común es la transmisión del eco de eventos y lugares de interés para la imaginación colectiva.

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