Leyendas y arquetipos del Romanticismo español, Segunda edición

37 Fernán Caballero y brillante entre los montones de sal, como un cisne 1 rodeado de sus polluelos. 2 Tres cosas descuellan 3 en ella: las palmeras de su arenisco 4 suelo, el Observatorio de su sabia marina, 5 y la cúpula 6 de sus católicos templos. La Isla es triste como una bella mujer arrinconada 7 por una feliz competidora; o más bien la Isla, con sus arsenales, sus diques, sus cordelerías, 8 sus astilleros 9 y machinas, 10 parece la mujer del marino en su soledad, sentada en la playa y mirando al mar. “La berlina se paró delante de una hermosa casa,que,como lamayor parte, era de piedra y estaba solada 11 de mármol, y cuyas puertas eran de caoba. 12 Frente de la puerta de la calle se abría la del jardín. Precedíale una galería 13 que formaban columnas de mármol, entre las cuales habían confeccionado los jazmines, las madreselvas 14 y los rosales guirnalderos, 15 columpios 16 para mecer 17 sus flores. Caminitos de ladrillos dividían el jardín en cuatro partes. Las paredes desaparecían bajo un espeso 18 velo 19 de enredaderas. 20 En el centro del jardín había un cenador 21 o merendero 22 tan espesamente cubierto por rosales de Pasión, que en lo oscuro y fresco, más que cenador, parecía gruta. 23 En medio, sobre un pedestal, se hallaba un amorcito 24 de mármol, que con una mano escondía sus flechas, y con un dedo de la otra, que llevaba a sus labios, imponía silencio. “En este merendero era en el que pasaba la Hija del Sol largas y solitarias horas. Algunas veces le decía Francisca, su negra, después de prolongados ratos de silencio: —Ese niño, mi señora, nos hace señas que callemos. Más valiera que se mandase hablar, pues lo vamos a olvidar. Mi amo tiene en el barco la mar, los vientos y los peligros; pero acá nosotras no tenemos nada sino las flores. “La Hija del Sol bostezaba 25 y respondía:—Mi marido piensa “que entre dos que bien se quieren, con uno que goce 26 basta”. “¡Así pasaba su vida aquella mujer, que, por desgracia, no había sido enseñada a llenar su tiempo y a ocupar su mente, y a la que pesaba la ociosidad 27 como al desvelado 28 las tinieblas! 29 Necesitaba la vida activa, para revolotear 30 ligeramente y sin objeto, de flor en flor, como la mariposa. “Un día estaba la hermosa solitaria sentada, abanicándose, 31 en su ventana o cierro de cristales. Francisca, echada en el suelo, se entretenía en teñir 32 de azul con agua de añil 33 el blanco perrito habanero 34 de su señora. —¿Sabe usted,mi ama 35 —dijo de repente—, que ese oficial, ese brigadier de guardias marinas que nos sigue cuando vamos a misa, se ha mudado aquí enfrente? “La Hija del Sol, al oír a su negra, volvió la cabeza por un irreflexivo e involuntario impulso, y vio en el balcón de la casa a que Paca aludía, a un joven, el cual, aprovechando el instante en que ella fijó su vista en él, la saludó con la finura y gracia que ha distinguido siempre a los oficiales de la Marina Real. La reconvención 36 que iba a hacer la Hija del Sol a su negra, espiró en sus labios al ver al joven en el que de sobra había reparado 37 anteriormente. Así que Francisca prosiguió: —Se llama D. Carlos de las Navas, tiene veinticuatro años, y es el mejor swan 2 críos 3 se destacan, sobresalen 4 de arena 5 navy 6 the domes 7 alejada, eclipsada 8 donde se fabrica cuerdas 9 donde se fabrica naves 10 grúas, cranes 11 tiled (el suelo) 12 mahogany 13 corredor con columnas 14 honeysuckle 15 climbing roses 16 swings 17 to rock 18 denso 19 veil 20 vines , morning glories 21 pergola, gazeebo 22 idem 23 grotto 24 diminuta estatua de un joven que representa el amor 25 to yawn 26 experimente el placer 27 falta de actividad o utilidad 28 el que no consigue dormir 29 oscuridad 30 volar dando vueltas 31 fanning herself 32 to dye 33 indigo 34 bichón habanero, raza de perro 35 dueña 36 amonestación, admonición 37 fijado

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