Leyendas y arquetipos del Romanticismo español, Segunda edición
25 El Duque de Rivas Cuando en una sala estrecha del antiguo alcázar 1 regio, 2 que entonces reedificaban tal cual hoy mismo le vemos. en un sillón de respaldo 3 sentado está el rey don Pedro, joven de gallardo talle, 4 mas de semblante 5 severo. A reverente distancia, una rodilla en el suelo, vestido de negra toga, blanca barba, albo 6 cabello, y con la vara 7 de alcalde rendida 8 al poder supremo, Martín Fernández Cerón era emblema del respeto. Y estas palabras de entrambos recogió el dorado techo, 9 y la tradición guardólas para que hoy suenen de nuevo. R. —¿Conque en medio de Sevilla amaneció un hombre muerto, y no venís a decirme que está ya el matador preso? 10 A. —Señor, desde antes del alba, en que el cadáver sangriento recogí, varias pesquisas 11 inútilmente se han hecho. R. —Más pronta justicia, Alcalde, ha de haber donde yo reino, y a sus vigilantes ojos nada ha de estar encubierto. A. —Tal vez, señor, los judíos, tal vez los moros sospecho... R. —¿Y os vais tras de las sospechas cuando hay un testigo, y bueno? 1 palacio fortaleza 2 real 3 back 4 proporción y vestidura (se refiere a la cintura) 5 expresión 6 blanco 7 palo que representa el poder, baton 8 sumisa, reverente 9 ceiling 10 detenido 11 indagaciones o entrevistas, como parte de una investigación Los tres principales estados de la Torre de Sevilla , Alejandro Guichot, 1909. Wikimedia Commons [LaGiralda.jpg]. Alt text: Ilustración en color de tres estados de la Giralda de Sevilla : a la izquierda, la torre musulmana del siglo XII tal como se describe en el poema de Saavedra; a la derecha, la torre crisƟana medieval, sin las esferas y con campanas y una cruz en la cima; en el centro, la estructura más alta, tal como se ve hoy, con su remate renacenƟsta de campanas encabezado por una escultura en forma de una mujer con escudo que representa la Victoria de la Fe y que sirve de veleta. La torre mide 98 metros de altura. ¿No me habéis, Alcalde, dicho, que un candil se halló 12 en el suelo cerca del cadáver?... Basta, que el candil os diga el reo. 13 A. —Un candil no tiene lengua. R. —Pero tiénela su dueño, y a moverla se le obliga con las cuerdas del tormento. 14 12 se encontró 13 el condenado, el culpable 14 la tortura
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