Leyendas y arquetipos del Romanticismo español, Segunda edición

15 José Cadalso ¿Llegó por fin la hora inmediata a la de mi muerte? ¡Me la vais a anunciar con semblante de debilidad y compasión o con rostro de entereza 1 y dominio! CARCELERO —Muy diferente es el objeto de nuestra venida. Cuando me aparté de ti, juzgué que a mi vuelta te llevarían al tormento, para que en él declarases los cómplices del asesinato que se te atribuía; pero se han descubierto los autores y ejecutores de aquel delito. Vengo con orden de soltarte. Ea, quítenle las cadenas y grillos: libre estás. TEDIATO—Ni aun en la cárcel puedo gozar del reposo 2 que ella me ofrece en medio de sus horrores. Ya iba yo acomodando 3 los cansados miembros de mi cuerpo sobre esta tarima, 4 ya iba tolerando mi cabeza lo duro de esa piedra, y me vienes a despertar, ¿y para qué? Para decirme que no he de morir. Ahora sí que turbas mi reposo... Me vuelves a arrojar otra vez al mundo, al mundo de donde se ausentó lo poco bueno que había en él. ¡Ay! Decidme, ¿es de día? CARCELERO—Aún faltará una hora de noche. TEDIATO —Pues voyme. Con tantas contingencias 5 como ofrece la suerte, ¿qué sé yo si mañana nos volveremos a ver? CARCELERO —Adiós. TEDIATO —Adiós. Una hora de noche aún falta. ¡Ay! Si Lorenzo estuviese en el paraje 6 de la cita, tendríamos tiempo para concluir nuestra empresa; se habrá cansado de esperarme. Mañana, ¿dónde le hallaré? No sé su casa. Acudir al templo parece más seguro. Pasareme ahora por el atrio 7 ¡Noche!, dilata 8 tu duración; importa poco que te esperen con impaciencia el caminante para continuar su viaje y el labrador para seguir su tarea. Domina, noche, domina, y más y más sobre un mundo que por sus delitos se ha hecho indigno del sol. Quede aquel astro alumbrando 9 a hombres mejores que los de estos climas. Mientras más dure tu oscuridad, más tiempo tendré de cumplir la promesa que hice al cadáver encima de su tumba, en medio de otros sepulcros, al pie de los altares y bajo la bóveda 10 sagrada del templo. Si hay alguna cosa más santa en la tierra, por ella juro no apartarme de mi intento; si a ello faltase yo, si a ello faltase... ¿Cómo había de faltar? Aquella luz que descubro será..., será acaso la que arde alumbrando a una imagen que está fija en la pared exterior del templo. Adelantemos el paso. Corazón, esfuérzate, o saldrás en breve victorioso de tanto susto, cansancio, terror, espanto y dolor, o en breve dejarás de palpitar 11 en 1 severidad 2 descanso 3 ajustando, arreglando 4 bench 5 eventos imprevistos 6 lugar 7 portico 8 extiende 9 iluminando 10 dome 11 latir, pulsar Ensayodebrujas primerizas , n. 2de la serie Sueños , del Álbum B o Álbum Sanlúcar-Madrid de Francisco de Goya, c. 1796- 1797. Wikimedia Commons [sueno2.jpg]. La inscripción al pie de la imagen dice “Ensayo de brujas primerizas de primer buelo, y con temor se prueban para trabajar”. Alt text: Dibujo en bugalla que serviría de preparación para el grabado en aguafuerte y aguaƟnta Ensayos ( Caprichos n. 60). En el fondo un gran cabrón oscuro y cornudo vigila a dos mujeres viejas, feas, desnudas y alegres que empiezan a levitar. Una está flotando recostada a un metro del suelo, con los pies al aire y tocando con la mano la sien de la otra. La otra también levita y coge a su compañera por el pelo. En el suelo hay una olla de ungüentos, una calavera, un hueso, dos gatos, una cajita y dos carretes o bobinas de hilo.

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