Leyendas y arquetipos del Romanticismo español, Segunda edición
275 Ramón del Valle-Inclán engolada voz del viejo libertino, cuya vida de conspirador, llena de azares desconocidos, ejercía sobre ellos el poder sugestivo de lo tenebroso. 1 Don Juan Manuel acercóse rápido a la Condesa y tomóle la mano, con aire a un tiempo cortés y familiar: —Espero, prima, que me darás hospitalidad por una noche. Así diciendo, con empaque 2 de viejo gentilhombre, arrastró 3 un pesado 4 sillón de Moscovia a , y tomó asiento al lado del canapé. En seguida, y sin esperar respuesta, volviose a Rosarito. ¡Acaso 5 había sentido el peso 6 magnético de aquella mirada que tenía la curiosidad de la virgen y la pasión de la mujer! Puso el emigrado una mano sobre la rubia cabeza de la niña, obligándola a levantar los ojos, y con esa cortesanía 7 exquisita y simpática de los viejos que han amado y galanteado 8 mucho en su juventud, pronunció a media voz, la voz honda y triste con que se recuerda el pasado: —¿Tú no me reconoces, verdad, hija mía? Pero yo sí te reconocería en a Los antiguos principados de Moscú. 1 oculto 2 seriedad, gravedad 3 to drag 4 heavy 5 quizás 6 la fuerza 7 urbanidad, atención 8 cortejado, conquistado Postal de una casa solariega en Cantabria, c. 1905, J. Martínez. Biblioteca Digital Hispánica . [solariega.jpg]. Alt text: Foto de una casa de tres plantas con un puente de arco sobre un pequeño arroyo a la izquierda, varios árboles y un monumento con una cruz enfrente, y un muro a la derecha. Nos miran cinco niños de pie enfrente de la casa y dos delante de la puerta principal. La casa es de mampostería, con tejas de adobe y una cruz en la cima del tejado. En la planta más alta, sobre la entrada y el balcón, se ve el blasón de piedra, el escudo de armas que identifica al señor o señora noble a quien la casa ha pertenecido. Detrás de la casa se perfila el monte. En la parte de arriba se lee: 8. Limpias – Casa solariega montañesa .
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