Leyendas y arquetipos del Romanticismo español, Segunda edición
263 Julia de Asensi figura, por su porte, por su valor. Presencié una cosa horrible; el alcalde con mi abuelo, mi padre, mi tío y otro hombre, tomaron parte en la pelea, y cuando el primero causó al Encubierto una herida, los otros cuatro se ensañaron 1 contra él de tal modo que poco tardaron en dejarle muerto. Como era preciso entregar el cuerpo, lo trajeron a la posada, de donde se lo llevaron algunas horas después; acaso lo habrán quemado luego en la plaza de Valencia. Desde aquel día mi padre me causa un profundo terror, mi abuelo honda pena, mi tío repulsión viva, y esto es tan general 2 que el último no ha encontrado ninguna muchacha de aquí que quiera casarse con él; parece que sus manos están siempre manchadas de sangre y el recuerdo de aquel desigual 3 combate está fijo constantemente en nuestra memoria, porque lo mantienen vivo el Judas que aún pasea libre, aunque solo, por nuestras calles y nuestros campos y la hermana de leche 4 del Encubierto, hermosa mujer que perdió el juicio cuando le mataron y que vive de la caridad publica. Da pena verla, vestida de blanco, porque lo blanco era el distintivo de los agermanados, con el cabello en desorden, brillantes los ojos, vagar errante por los prados, 5 sin domicilio fijo, comiendo lo que le arrojan al pasar, como si fuese un perro, y sin embargo conservando un pensamiento lúcido, el de la muerte de su Enrique; esta desgraciada debía amar al Encubierto, porque le seguía a todos lados bajo el pretexto de que no tenía más protector que él, pues había perdido a sus padres; sus triunfos la colmaban 6 de placer y sus mejillas generalmente pálidas se cubrían de un vivo car- mín cuando él se acordaba de mirarla o de dirigirle la palabra. Hace días que no se la ve por los campos, no sé si habrá partido o si habrá muerto. Guardó Inés silencio y Lorenzo permaneció algunos instantes pensativo; aquella historia le había impresionado profundamente y el héroe del Nuevo Mundo se conmovía al escuchar las proezas 7 y las desdichas del bravo joven nacido para grandes empresas y muerto a traición en lo mejor de su vida. No quiso decir a la niña las sensaciones que experimentaba, y al fin murmuró: —Esa historia me ha interesado, pero estoy rendido y necesito descansar; mañana hablaremos más; ahora me retiro a mi nueva habitación. —¿Insistís en dormir en esa ? —Más que nunca; algo bueno daría por ver el alma del Encubierto, aunque fuese en pena, y saber si fue digno en vida del entusiasmo que ha logrado inspirarte. 1 ensañar : deleitarse en una lucha no igual 2 extendida, compartida 3 extremo 4 persona amamantada por la misma mujer 5 praderas, meadows , fields 6 llenaban 7 hazañas, logros, feats Portada de Maricucha , librito juvenil de Julia de Asensi, por el artista José Cuchy Arnau, 1901. Biblioteca Digital Hispánica [Maricucha.jpg]. Alt text: Escena de invierno con nieve en las casas en que una joven de unos ocho años, con chal rojo, vestido y zapatos azules y cinta azul en el negro cabello, se asoma desde el interior de una casa a la puerta abierta del balcón y observa con curiosidad algún suceso. Agachada y tocándose el labio inferior con el índice de la mano derecha mientras con la izquierda se recoge las faldas del vestido en anticipación: está por tomar alguna decisión que la obligaría a correr, quizás a la calle. La portada también tiene varios números de registro y marcas de catálogo bibliotecarias. Este librito, como La cigarra y la hormiga , es de la colección económica Biblioteca Rosa, y consiste en solo 5 folios, incluyendo la cubierta rústica, encuadernados con un solo corchete al lomo.
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