Leyendas y arquetipos del Romanticismo español, Segunda edición

253 Julia de Asensi patio o pequeño jardín con varios árboles que se elevaban por encima de la casita, como si quisieran prestarle su sombra. Al lado había otra habitación casi igual, que los dueños de la primera habían unido a la suya recientemente. Dos niños de corta edad jugaban ante ella, y ambos interrumpieron sus juegos al ver al forastero, 1 al que no conocían. —¿Vive aquí—preguntó este—D. Antonio Valdés? —Sí, señor—contestó el mayor de los muchachos, que tendría de diez a doce años.—¿Qué deseáis ? —Díle que está aquí... pero no, no le digas nada, introdúceme en 2 la casa y dime dónde han de llevar estas mulas con mi equipaje. —Pero señor, sin duda os equivocáis, esto no es una posada, 3 la que lo era es la casa de al lado, pero la dueña se marchó a Játiva hará unos diez meses, y como no se encontrase ninguna persona que quisiera quedarse con ella, mi abuelo la adquirió por muy poco precio teniendo en cuenta que la familia, ya bastante numerosa, no cabía en la nuestra. La posada que hay ahora la tiene maese 4 Pedro, y gana poco porque a este pueblo lleganmuy rara vez forasteros. Desde que acabó la guerra... —¿Pues qué, ha habido aquí guerra?—interrumpió el viajero. —¿De dónde venís, señor, que lo ignoráis? —De México. —¿Dónde está eso? —Muy lejos, en el Nuevo Mundo. —Entonces no es extraño que no sepáis lo que ha sucedido en Valencia. Ha habido una guerra que dice mi padre se llama nacional o cosa así, entre pobres y ricos, nobles y plebeyos. 5 —¿Y don Antonio ha tomado parte en ella? —Ya lo creo, y muy activa. Don Antonio, como vos le nombráis, es mi abuelo. —¿Cómo, su hijo Alonso tiene ya niños de tanta edad como vosotros? ¡Si es una criatura! 6 —Perdonad, caballero, mi padre ha cumplido treinta y seis años. —¡Cómo vuela el tiempo! ¡Era un chiquillo cuando partí, 7 ni pensaba en casarse! Los viejos no queremos convencernos de que los años pasan.... Pero basta de digresiones, introdúceme en la casa al momento. —Señor... —¿Qué vacilas? —Como no sé quién sois... —El hermano menor de tu abuelo, Lorenzo. —Ése es mi nombre también. ¿Sois pues el que partió con Cortés según me han referido 8 muchas veces? —El mismo. —Y decidme, ¿es cierto 9 que al llegar a la tierra que descubrió Cristóbal Colón, destruyó sus naves 10 para no poder regresar a España? ¿Es verdad también que con seiscientos hombres dominó a aquellos salvajes, y venció 11 a Velázquez que le perseguía? —¿Han venido ya esas nuevas por acá?—preguntó el viajero sonriendo. —¡Ah! sí, señor, y las he oído con entusiasmo. —Reconozco mi sangre—murmuró Lorenzo. —Muchacho, andando el tiempo, tú irás como yo al Nuevo Mundo. 1 extranjero 2 llévame dentro de 3 lugar de hospedaje 4 maestro 5 personas no nobles 6 un niño 7 me fui 8 contado 9 es verdad 10 barcos 11 to vanquish, to defeat

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