Leyendas y arquetipos del Romanticismo español, Segunda edición

214 Leyendas y arquetipos del Romanticismo español que comienza ¡Miserere mei, Deus! a Desde el instante en que hube leído sus estrofas, 1 mi único pensamiento fue hallar una forma musical tan magnífica, tan sublime, que bastase a contener el grandioso himno de dolor del Rey Profeta. Aún no la he encontrado; pero si logro 2 expresar lo que siento en mi corazón, lo que oigo confusamente en mi cabeza, estoy seguro de hacer un miserere tal y tan maravilloso, que no hayan oído otro semejante los nacidos: tal y tan desgarrador, 3 que al escuchar el primer acorde 4 los arcángeles, dirán conmigo cubiertos los ojos de lágrimas y dirigiéndose al Señor: ¡misericordia! , y el Señor la tendrá de su pobre criatura. El romero, al llegar a este punto de su narración, calló por un instante; y después, exhalando un suspiro, tornó a coger el hilo de su discurso. El hermano lego, algunos dependientes 5 de la abadía y dos o tres pastores de la granja 6 de los frailes, que formaban círculo alrededor del hogar, le escuchaban en un profundo silencio. —Después—continuó—de recorrer toda Alemania, toda Italia y la mayor parte de este país clásico para la música religiosa, aún no he oído un miserere en que pueda inspirarme, ni uno, ni uno, y he oído tantos, que puedo decir que los he oído todos. —¿Todos?—dijo entonces interrumpiéndole uno de los rabadanes 7 —. ¿A qué no habéis oído aún el Miserere de la montaña ? —¡El Miserere de lamontaña !—exclamó elmúsico con aire de extrañeza—. ¿Qué miserere es ése? —¿No dije?—murmuró el campesino; y luego prosiguió con una entonación misteriosa—. Ese miserere, que sólo oyen por casualidad los que como yo andan día y noche tras el ganado 8 por entre breñas y peñascales, 9 es toda una historia; una historia muy antigua, pero tan verdadera como al parecer increíble. Es el caso, que en lo más fragoso 10 de esas cordilleras, 11 de montañas que limitan el horizonte del valle, en el fondo del cual se halla la abadía, hubo hace ya muchos años, ¡que digo muchos años!, muchos siglos, un monasterio famoso; monasterio que, a lo que parece, edificó 12 a sus expensas un señor con los bienes que había de legar 13 a su hijo, al cual desheredó al morir, en pena de 14 sus maldades. Hasta aquí todo fue bueno; pero es el caso que este hijo, que, por lo que se verá más adelante, debió de ser de la piel del Diablo, si no era el mismo Diablo en persona, sabedor de que sus bienes 15 estaban en poder de los religiosos, y de que su castillo se había transformado en iglesia, reunió a unos cuantos bandoleros, 16 camaradas suyos en la vida de perdición 17 que emprendiera 18 al abandonar la casa de sus padres, y una noche de Jueves Santo, b en que los monjes se hallaban en el coro, 19 y en el punto y hora en que iban a comenzar o habían comenzado el miserere, pusieron fuego al monasterio, saquearon la iglesia, y a este quiero, a aquel no, se dice que no dejaron fraile 20 con vida. Después de esta atrocidad, se marcharon los bandidos y su instigador con ellos, adonde no se sabe, a los profundos tal vez. Las llamas redujeron el monasterio a escombros; de la iglesia aún quedan a “Ten piedad de mí, oh Dios” ( Salmos 51:1, Reina Valera 1960). b Fiesta cristiana de la Semana Santa, el jueves anterior al Domingo de Resurreción. 1 stanzas 2 alcanzo 3 emocionante 4 sonido, nota 5 empleados 6 finca, farm 7 pastores principales 8 vacas, ovejas, cabras, etc. 9 lugares de grandes rocas 10 intricado, lleno de peñas y malezas 11 sierras 12 construyó 13 dar en herencia, heredar 14 en pago de, como castigo de 15 propiedades 16 bandidos 17 vicio 18 comenzara 19 área de la iglesia dedicada al canto 20 religioso

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