Leyendas y arquetipos del Romanticismo español, Segunda edición

203 Gustavo Adolfo Bécquer espectros y los aparecidos 1 representaban el principal papel 2 ; y las campanas de las iglesias de Soria doblaban a lo lejos con un tañido monótono y triste. —Hermosa prima—exclamó al fin Alonso rompiendo el largo silencio en que se encontraban—; pronto vamos a separarnos tal vez para siempre; las áridas 3 llanuras de Castilla, sus costumbres toscas 4 y guerreras, sus hábitos sencillos 5 y patriarcales sé que no te gustan; te he oído suspirar 6 varias veces, acaso 7 por algún galán 8 de tu lejano señorío. Beatriz hizo un gesto de fría indiferencia; todo un carácter de mujer se reveló en aquella desdeñosa 9 contracción de sus delgados labios. —Tal vez por la pompa 10 de la corte francesa; donde hasta aquí has vivido —se apresuró 11 a añadir el joven—. De un modo o de otro, presiento que no tardaré en perderte... Al separarnos, quisiera que llevases una memoria 12 mía... ¿Te acuerdas cuando fuimos al templo a dar gracias a Dios por haberte devuelto la salud que vinistes a buscar a esta tierra? El joyel 13 que sujetaba la pluma de mi gorra 14 cautivó tu atencion. ¡Qué hermoso estaría sujetando un velo 15 sobre tu oscura cabellera! 16 Ya ha prendido 17 el de una desposada 18 ; mi padre se lo regaló a la que me dio el ser, y ella lo llevó al altar... ¿Lo quieres? —No sé en el tuyo—contestó la hermosa—, pero en mi país una prenda 19 recibida compromete 20 una voluntad. 21 Sólo en un día de ceremonia debe aceptarse un presente de manos de un deudo... que aún puede ir a Roma sin volver con las manos vacías. 22 El acento helado con que Beatriz pronunció estas palabras turbó un momento al joven, que después de serenarse 23 dijo con tristeza: —Lo sé prima; pero hoy se celebran Todos los Santos, y el tuyo ante todos; hoy es día de ceremonias y presentes. ¿Quieres aceptar el mío? Beatriz se mordió 24 ligeramente los labios y extendió la mano para tomar la joya, sin añadir una palabra. Los dos jóvenes volvieron a quedarse en silencio, y volviose a oír la cascada voz de las viejas que hablaban de brujas y de trasgos 25 y el zumbido 26 del aire que hacía crujir los vidrios 27 de las ojivas, 28 y el triste monótono doblar de las campanas. Al cabo de algunos minutos, el interrumpido diálogo tornó a anudarse 29 de este modo: —Y antes de que concluya el Día de Todos los Santos, en que así como el tuyo se celebra el mío, y puedes, sin atar tu voluntad, dejarme un recuerdo, ¿no lo harás?—dijo él clavando una mirada en la de su prima, que brilló como un relámpago, iluminada por un pensamiento diabólico. —¿Por qué no?—exclamó ésta llevándose la mano al hombro derecho como para buscar alguna cosa entre las pliegues de su ancha manga 30 de terciopelo 31 bordado 32 de oro... Después, con una infantil expresión de sentimiento, añadió: —¿Te acuerdas de la banda 33 azul que llevé hoy a la cacería, 34 y que por no sé qué emblema de su color me dijiste que era la divisa 35 de tu alma? —Sí. —Pues... ¡se ha perdido! Se ha perdido, y pensaba dejártela como un recuerdo. —¡Se ha perdido!, ¿y dónde?—preguntó Alonso incorporándose 36 de su asiento 37 y con una indescriptible expresión de temor y esperanza. —No sé.... en el monte acaso. 1 aparitions 2 rol 3 secas 4 rústicas 5 simples, no sofisticados 6 to sigh 7 quizá 8 hombre atractivo 9 despectiva, arrogante 10 ostentación, opulencia 11 se dio prisa 12 un recuerdo, souvenir 13 pequeña joya 14 tipo de sombrero 15 toca, mantilla, veil 16 pelo 17 sujetado, fastened 18 novia 19 ropa o joya 20 obliga, implica 21 consentimiento, choice 22 que aún... : soltero 23 calmarse 24 to bite 25 duendes, seres mágicos 26 buzzing 27 cristales, ventanas 28 arcos góticos 29 continuarse, renovarse 30 sleeve 31 velvet 32 embroidered 33 cinta 34 hunt 35 símbolo 36 to sit up 37 silla

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