Leyendas y arquetipos del Romanticismo español, Segunda edición

201 Gustavo Adolfo Bécquer Borges y de Alcudiel montaron en sus magníficos caballos, y todos juntos siguieron a sus hijos Beatriz y Alonso, que precedían la comitiva a bastante distancia. Mientras duraba el camino, Alonso narró en estos términos la prometida historia: —Ese monte que hoy llaman de las Ánimas, pertenecía a los templarios, cuyo convento ves allí, a la margen del río. Los templarios eran guerreros y religiosos a la vez. Conquistada Soria a los árabes, el rey los hizo venir de lejanas tierras para defender la ciudad por la parte del puente, 1 haciendo en ello notable agravio 2 a sus nobles de Castilla a ; que así hubieran solos sabido defenderla como solos la conquistaron. Entre los caballeros de la nueva y poderosa Orden y los hidalgos 3 de la ciudad fermentó por algunos años, y estalló 4 al fin, un odio profundo. Los primeros tenían acotado 5 ese monte, donde reservaban caza 6 abundante para satisfacer sus necesidades y contribuir a sus placeres; los segundos determinaron organizar una gran batida 7 en el coto, 8 a pesar de 9 las severas prohibiciones de los clérigos 10 con espuelas, como llamaban a sus enemigos. Cundió 11 la voz del reto, 12 y nada fue parte 13 a detener a los unos en su a Reino en el centro de la España medieval. 1 bridge 2 ofensa, insulto 3 personas nobles 4 explotó 5 delimitado para excluir a los demás 6 game 7 hunting drive 8 lugar reservado 9 despite 10 religiosos 11 se propagó, se extendió 12 desafío, challenge 13 suficiente BaƩaille d'Ascalon , grabado de C.W. Sharpe según el cuadro de Gustave Doré, 1881, representando esta batalla clave en la defensa de Jerusalén justo después de su conquista por los caballeros templarios en 1099. Wikimedia Commons [templariosascalon.jpg]. Alt text: Un grabado en blanco y negro de una escena de batalla en los montes sobre Ascalón, una ciudad en el sur de Israel. Los templarios defienden el espacio central de la escena del ejército faƟmí que los rodea. El centro está fuertemente iluminado y en él preside una gran cruz bajo la cual algunos sacerdotes templarios rezan y predican. Desde el aire y sobre una nube, se avecina una hueste de ángeles que viene en auxilio de los templarios.