Leyendas y arquetipos del Romanticismo español, Segunda edición

197 Gustavo Adolfo Bécquer comenzaron a gritar los vecinos de la villa presentes al acto—¡Que se descubra! Veremos si se atreve entonces a insultarnos con su desdén, como ahora lo hace protegido por el incógnito! —Descubríos—repitió el mismo que anteriormente le dirigiera la palabra. El guerrero permaneció impasible. 1 —Os lo mando en el nombre de nuestra autoridad. La misma contestación. —En el de los Condes soberanos. Ni por esas. La indignación llegó a su colmo, 2 hasta el punto que uno de sus guardas, lanzándose sobre el reo, cuya pertinacia 3 en callar bastaría para apurar 4 la paciencia a un santo, le abrió violentamente la visera. Un grito general de sorpresa se escapó del auditorio, que permaneció por un instante herido de un inconcebible estupor. La cosa no era para menos. El casco, cuya férrea 5 visera se veía en parte levantada hasta la frente, en parte caída sobre la brillante gola 6 de acero, estaba vacío... completa- mente vacío. Cuando pasado ya el primer momento de terror quisieron tocarle,la armadura se estremeció 7 ligeramente y, descomponiéndose en piezas, cayó al suelo con un ruido sordo y extraño. Lamayor partede los espectadores,a la vistadel nuevo prodigio, abandonaron tumultuosamente la habitación y salieron despavoridos a la plaza. La nueva se divulgó 8 con la rapidez del pensamiento entre la multitud, que aguardaba impaciente el resultado del juicio; y fue tal alarma, la revuelta y la vocería, que ya a nadie cupo duda sobre lo que de pública voz se aseguraba, esto es, que el Diablo, a la muerte del Señor del Segre, había heredado los feudos de Bellver. Al fin se apaciguó 9 el tumulto, y decidiose volver a un calabozo 10 la maravillosa armadura. Ya en él, despacháronse cuatro emisarios, que en representación de la atribulada 11 villa hiciesen presente el caso al Conde de Urgel y al arzobispo, los que no tardaron muchos días en tornar con la resolución de estos personajes, resolución que, como suele decirse, era breve y compendiosa. 12 —Cuélguese—les dijeron—la armadura en la plaza Mayor de la villa; que si el Diablo la ocupa, fuerza le será el abandonarla o ahorcarse con ella. Encantados los habitantes de Bellver con tan ingeniosa solución, volvieron a reunirse en concejo, mandaron levantar una altísima horca 13 en la plaza, y cuando ya la multitud ocupaba sus 1 inmóvil 2 límite 3 persistencia 4 consumir, agotar 5 firme, resistente 6 pieza de armadura que protege la garganta 7 shook 8 se extendió 9 calmó 10 celda de prisión 11 afligida 12 concisa, sucinta 13 gallows Scribbly Knight de Thomas Wievegg. © 2015 Thomas Wievegg. thomaswievegg.deviantart.com . Used with permission [monte_knight.jpg]. Alt text: Medio cuerpo de lo que supuestamente es un caballero vesƟdo de armadura grabada, visto de tres cuartos a la derecha, con las manos descansando en el pomo de una espada, aunque por el visor se percibe que la armadura está vacía. La armadura es gruesa y refleja dos gamas de color que enmarcan dinámicamente la composición: un azul grisáceo y frío a la derecha y arriba, maƟzado por la luz de la luna, la cual sugiere profundidad; y, desde la izquierda y abajo, tonos coral de fuego con pavesa, connotando calor y cercanía. La tensión entre los dos extremos está sinteƟzada en el concepto del acero.

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