Leyendas y arquetipos del Romanticismo español, Segunda edición

192 Leyendas y arquetipos del Romanticismo español de muerte de aquel lugar maldecido; los insepultos 1 huesos de sus antiguos moradores 2 blanqueaban el rayo de la luna, y aún podía verse el haz 3 de armas del Señor del Segre, colgado del negro pilar de la sala del festín. Nadie osaba 4 tocarle; pero corrían mil fábulas acerca de aquel objeto, causa incesante de hablillas y terrores para los que le miraban llamear 5 durante el día, herido 6 por la luz del sol, o creían percibir en las altas horas de la noche el metálico son 7 de sus piezas, que chocaban entre sí cuando las movía el viento, con un gemido 8 prolongado y triste. A pesar de todos los cuentos que a propósito de la armadura se fraguaron, 9 y que en voz baja se repetían unos a otros los habitantes de los alrededores, no pasaban de cuentos, y el único más positivo que de ellos resultó, se redujo entonces a una dosis de miedo más que regular, que cada uno de por sí se esforzaba en disimular 10 lo posible, haciendo, como decirse suele, de tripas corazón. 11 Si de aquí no hubiera pasado la cosa, nada se habría perdido. Pero el Diablo, que a lo que parece no se encontraba satisfecho de su obra, sin duda con el permiso de Dios y a fin de hacer purgar 12 a la comarca 13 algunas culpas, 14 volvió a tomar cartas 15 en el asunto. 16 Desde este momento las fábulas, que hasta aquella época no pasaron de un rumor vago y sin viso alguno de verosimilitud, comenzaron a tomar consistencia y a hacerse de día en día más probables. En efecto, hacía algunas noches que todo el pueblo había podido observar un extraño fenómeno. Entre las sombras, a lo lejos, ya subiendo las retorcidas 17 cuestas 18 del peñón del Segre, ya vagando 19 entre las ruinas del castillo, ya cerniéndose 20 al parecer en los aires, se veían correr, cruzarse, esconderse y tornar a aparecer para alejarse en distintas direcciones, unas luces misteriosas y fantásticas, cuya procedencia 21 nadie sabía explicar. Esto se repitió por tres o cuatro noches durante el intervalo de un mes, y los confusos aldeanos esperaban inquietos 22 el resultado de aquellos conciliábulos, 23 que ciertamente no se hizo aguardar 24 mucho, cuando tres o cuatro alquerías incendiadas, 25 varias reses 26 desaparecidas y los cadáveres de algunos caminantes despeñados en 27 los precipicios, 28 pusieron en alarma a todo el territorio en diez leguas a a la redonda. Ya no quedó duda alguna. Una banda de malhechores se albergaba 29 en los subterráneos del castillo. Éstos, que sólo se presentaban al principio muy de tarde en tarde y en determinados puntos del bosque que aun en el día se dilata 30 a lo largo de la ribera, concluyeron por ocupar casi todos los desfiladeros 31 de las montañas, emboscarse 32 en los caminos, saquear 33 los valles y descender como un torrente a la llanura, 34 donde a este quiero, a este no quiero, 35 no dejaban títere 36 con cabeza. Los asesinatos se multiplicaban; las muchachas desaparecían, y los niños eran arrancados 37 de las cunas 38 a pesar de los lamentos de sus madres, para servirlos en diabólicos festines, en que, según la creencia general, los vasos sagrados sustraídos 39 de las profanadas iglesias servían de copas. El terror llegó a apoderarse de los ánimos 40 en un grado 41 tal, que al a Medida de distancia vieja y variable, generalmente de tres millas. 1 sin enterrar 2 habitantes 3 bundle 4 se atrevía, dared 5 reflejar la luz 6 golpeado 7 eco 8 howl 9 to forge 10 esconder, ocultar 11 hacer de tripas corazón : esforzarse 12 eliminar, purificar 13 territorio, región 14 pecados 15 intervenir 16 la cuestión 17 twisted 18 slopes 19 moviéndose 20 elevándose 21 origen 22 restless 23 reuniones secretas 24 esperar 25 quemadas 26 vacas, ovejas o cabras 27 tirados de 28 rocas 29 se refugiaba 30 se extiende 31 pasos, passes 32 to ambush 33 to sack 34 plain 35 a este... : indiscriminately 36 muñeco, puppet 37 sacados 38 cribs 39 sacados, robados 40 las almas 41 extremo

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