Leyendas y arquetipos del Romanticismo español, Segunda edición

129 José Zorrilla DON JUAN Don Juan. LUCÍA ¿Sin apellido notorio? 565 DON JUAN Tenorio. LUCÍA ¡Ánimas del purgatorio! ¿Vos don Juan? DON JUAN ¿Qué te amedrenta, si a tus ojos se presenta muy rico don Juan Tenorio? 570 LUCÍA Rechina 1 la cerradura. 2 DON JUAN Se asegura. 3 LUCÍA ¿Y a mí quién? 4 ¡Por Belcebú! DON JUAN Tú. LUCÍA ¿Y qué me abrirá el camino? 575 DON JUAN Buen tino. LUCÍA ¡Bah! Id en brazos del destino... DON JUAN Dobla el oro. LUCÍA Me acomodo. 5 DON JUAN Pues mira cómo de todo se asegura tu buen tino. 580 LUCÍA ¡Dadme algún tiempo, pardiez! DON JUAN A las diez. LUCÍA ¿Dónde os busco, o vos a mí? DON JUAN Aquí. LUCÍA ¿Conque estaréis puntual, eh? 585 1 squeeks 2 candado, lock 3 Se puede arreglar. 4 Y, aparte de mí, ¿Quién lo haría? 5 Estoy conforme, estoy de acuerdo. DON JUAN Estaré. LUCÍA Pues yo una llave os traeré. DON JUAN Y yo otra igual cantidad. Le garroté de Eugenio Lucas. c. 1850. Wikimedia Commons [garrot.jpg]. Pintura sobre tabla. Un cuadro basado en el aguafuerte homónimo de Goya. Lucas (1817-1870) era un retraƟsta real y pintor costumbrista y románƟco que se había entrenado como copista, especialmente de las obras de Velázquez y de Goya, encontrando inspiración parƟcular en las Pinturas negras , Los caprichos y otros grabados del úlƟmo. Alt text: Lo que había sido una escena interior y nocturna en el grabado de Goya es aquí un espectáculo al aire libre, en la plaza, con su mercado y con un público de varias clases reunido alrededor del cadalso. Lucas ha añadido grillos, que descansan en el paơbulo y sugieren la lenta procesión del condenado al lugar de su muerte. El autor presenta un encuadre amplio, poniendo el cadáver en plano conjunto con espectadores abajo, en primer término, y el paisaje de la ciudad en el fondo. El cielo es oscuro, tormentoso y abrumador, mientras que están fuertemente iluminados el ejecutado y el suelo del cadalso, resaltándose la pintura blanca. La idealización es patente tanto en la iluminación como en la distorición de la perspecƟva: de mudar la figura del agarrotado al primer término, junto a las personas reunidas delante del cadalso y que nos miran, resultaría ser un gigante.