Leyendas y arquetipos del Romanticismo español, Segunda edición

xii Leyendas y arquetipos del Romanticismo español y 1830. Como implica la palabra “cuadro”, el Costumbrismo es también un arte visual,siendo las escenas y figuras costumbristas muy comunes en las artes plásticas como la pintura, el dibujo y el diseño de tapices. Estos productos visuales se destinan a la decoración de residencias, desde los palacios nobles hasta las casas modestas de la pequeña burguesía. El Romanticismo literario está asociado con la poesía y con el drama en verso. Está también muy presente en la prosa, particularmente en las leyendas, un género que tiende al misterio y borra los límites entre la razón y la imaginación. La subjetividad o lirismo de la prosa romántica suele evidenciarse no sólo en el contenido (la diégesis) sino también en el lenguaje (el discurso), con rima y otros efectos prosódicos, tropos y figuras retóricas. En el Posromanticismo, la popularidad de las historias misteriosas—como también la concentración en el lirismo y la intimidad personal de la poesía de Bécquer—es una reacción al Realismo narrativo y teatral. El Modernismo literario—que no se debe confundir con el concepto general de Modernidad—es un movimiento especialmente poético iniciado en Latinoamérica, aunque hay influencias Modernistas en la prosa del fin del siglo XIX y del temprano siglo XX. En general,la literatura decimonónica se caracteriza por una tensión entre la tendencia romántica y la realista, es decir una tensión entre la subjetividad (sentimiento, emoción, imaginación, intuición, fantasía) y la objetividad (razón, lógica, observación, prueba, verosimilitud). La tendencia romántica es hacia temas y personajes del pasado que se prestan a la idealización, a una caracterización que los acerca a los arquetipos y les presta un interés que trasciende las épocas. La lírica romántica típicamente presenta la voz de una figura arquetípica en primera persona, como en Canción del pirata y El verdugo de Espronceda. La poesía y el drama en verso son los géneros literarios más adecuados para efectuar la idealización del héroe (o antihéroe) romántico y aun la narrativa romántica, como la de Ricardo Palma o de Gustavo Adolfo Bécquer, incluye frecuentes elementos poéticos, como el asíndeton, la aliteración, metáfora, sinestesia o el símbolo. Consideremos, por ejemplo, el ritmo y el uso del símil en esta descripción de Margarita en La camisa de Margarita del peruano Ricardo Palma: “Lucía un par de ojos negros que eran como dos torpedos cargados con dinamita y que hacían explosión sobre las entretelas del alma de los galanes limeños”. En las leyendas románticas, el narrador suele presentarse como un visitante a quien se le cuenta una leyenda en relación con algún artefacto, como, por ejemplo, un viajero que descubre un castillo en ruinas y a quien la gente local le explica la leyenda de esas ruinas. El encuentro del viajero es verosímil pero el contenido de la leyenda es generalmente fantástico y muchos de sus motivos son góticos; como resultado, la verosimilitud de este tipo de literatura es ambigua. La tendencia realista es hacia la realidad inmediata, fácilmente comprobada con la observación, de situaciones y personas típicas de sectores sociales de relieve. La novela en especial resulta adecuada para la descripción realista y frecuentemente se utiliza en ella un narrador de tercera persona omnisciente para hacer del lector un testigo inmediato de una situación verosímil. Los cuadros y artículos de costumbres exhiben rasgos tanto de la tendencia romántica como de la realista. El modo o técnica costumbrista es un tratamiento generalmente realista de las costumbres típicas de un pueblo y

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