Leyendas y arquetipos del Romanticismo español, Segunda edición

78 Leyendas y arquetipos del Romanticismo español ¡Villano!... mas esto es ilusión de los sentidos, 445 el mundo que anda al revés, los diablos entretenidos en hacerme dar traspiés. 1 ¡El fanfarrón 2 de don Diego! De sus mentiras reniego, 3 450 que cuando muerto cayó, al infierno se fue luego contando que me mató. Diciendo así, soltó una carcajada, 4 y las espaldas con desdén volvió: 455 se hizo el bigote, requirió 5 la espada, y a la devota 6 dama se acercó. -Con que, en fin, ¿dónde vivís?, que se hace tarde, señora. -Tarde, aún no; de aquí a una hora 460 lo será. -Verdad decís, será más tarde que ahora. -Esa voz con que hacéis miedo, de vos me enamora más: yo me he echado el alma atrás; 465 juzgad si me dará un bledo 7 de Dios ni de Satanás. -Cada paso que avanzáis lo adelantáis a la muerte, don Félix. ¿Y no tembláis, 470 y el corazón no os advierte 8 que a la muerte camináis? Con eco melancólico y sombrío dijo así la mujer, y el sordo acento, sonando en torno del mancebo 9 impío, 475 rugió 10 en la voz del proceloso 11 viento. 1 confundir, literalmente to stumble 2 presuntuoso, ostentoso 3 rechazo, niego 4 risotada, risa fuerte 5 ajustó 6 piadosa 7 cosa insignificante, “me importa poco” 8 to warn 9 muchacho, joven 10 bramó, atronó, to howl , to thunder 11 tormentoso, tempestuoso Las piedras con las piedras se golpearon, bajo sus pies la tierra retembló, las aves de la noche se juntaron, y sus alas crujir sobre él sintió: 480 y en la sombra unos ojos fulgurantes 12 vio en el aire vagar que espanto inspiran, siempre sobre él saltándose anhelantes: ojos de horror que sin cesar le miran. Y los vio y no tembló: mano a la espada 485 puso y la sombra intrépido embistió, 13 y ni sombra encontró ni encontró nada; sólo fijos en él los ojos vio. Y alzó los suyos impaciente al cielo, y rechinó los dientes y maldijo, 490 y en él creciendo el infernal anhelo, con voz de enojo blasfemado dijo: “Seguid, señora, y adelante vamos: tanto mejor si sois el diablo mismo, y Dios y el diablo y yo nos conozcamos, 495 y acábese por fin tanto embolismo. 14 “Que de tanto sermón, de farsa tanta, juro, pardiez, que fatigado estoy: nada mi firme voluntad quebranta, sabed en fin que donde vayáis voy. 500 “Un término no más tiene la vida: término fijo; un paradero 15 el alma; ahora adelante”, dijo, y en seguida camina en pos con decidida calma. Y la dama a una puerta se paró, 505 y era una puerta altísima, y se abrieron sus hojas en el punto en que llamó, que a un misterioso impulso obedecieron; y tras la dama el estudiante entró; ni pajes 16 ni doncellas acudieron; 510 y cruzan a la luz de unas bujías 17 fantásticas, desiertas galerías. 12 luminosos 13 atacó 14 lío, confusión, engaño 15 destino 16 sirvientes de familias nobles, pages 17 velas

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